Lucas

 Estos días estuve viviendo una telenovela. Y digo telenovela, porque la situación que me tocó vivir era una que nunca me imaginaba viviendo, con mi forma de ser, con mi manera de dar y estar para la otra persona.

Lloré, grité, me angustié un montón. Pero ya está. No me queda más que aceptarlo, aunque no lo entienda, y es que la realidad es que nunca lo voy a entender simplemente porque yo no haría lo mismo.

Viví casi 8 meses de una relación de mentira, una mentira que no supe cuándo empezó a dibujarse, pero al fin y al cabo no importa porque el resultado sigue siendo el mismo: una mentira.

Empecé una relación con una persona que desde el momento 0 me costó un montón. Ahí me tendría que haber dado cuenta, pero ya no me quiero hacer más responsable por no haber sabido detectar esas alarmas, porque siempre mis intenciones fueron buenas. Me costaba tanto por la inseguridad que me provocaba. Estaba con una persona que le demostraba siempre a todos excepto a mí. Que llenaba de likes a cuanta minita se le apareciera en instagram y seguía cuentas nudes, que cuando le pedía por favor que me tuviera respeto porque eso me generaba inseguridad nunca lo entendió. Que seguía hablando de su primera experiencia sexual con una mujer que él consideraba "un trofeo" pero que no era capaz de contarles de mí a sus amigos. Que seguía tirándole odio a su ex cuando hacía años ya había terminado su relación, dedicándole tweets cuando a mí no era capaz de contestarme algo que yo adrede publicaba para él. Una persona que desde el primer momento, con sus acciones, demostraba una falta de compromiso y empatía total hacía mí, pero que con sus palabras me convenció. 

Creo que quizá eso es algo que me va a costar perdonar mucho: que siempre diera vuelta la tortilla y me hiciera ver que estaba siendo yo el problema, que sólo pedía que me diera seguridad para poder confiar en él y que él nunca se haya replanteado si realmente estaba haciendo las cosas bien. Lección para la próxima también, el no empezar algo con quien no me da confianza desde un primer momento. 

Siempre asumí que quizá era porque éramos muy distintos y sí, éramos totalmente distintos en nuestra forma de ser y de hacer las cosas. Pero por más distinto que uno sea, si hay compromiso, creo que se puede. El problema fue ese, no había compromiso de su parte. 

Pensé que cambiando yo la relación iba a mejorar y lo hizo eh. Tuve que acallar mi sentir, sepultar mi inseguridad que yo creía tóxica para poder estar bien con él, ya que él nunca hizo ningún cambio en su actitud. Siempre, hasta el final, me dio lo mismo que había en un principio. 

Cuando yo cambié la relación mejoró. Mucho. Pero luego me encontré con que en el medio de todo, él que debía comportarse bien conmigo hizo todo menos bien. Hizo todas las cosas que a mí me daban inseguridad, pareció apropósito la verdad. Desde cagarme hablando con intenciones sexuales hacia otra mina hasta subir nudes y sacarme de sus mejores amigos, hasta hablar mal de mi con sus amigos dejándome siempre como la loca. 

Toda la imagen que tenía de buena persona de él se desvaneció rapidísimo. Y eso que yo siempre pensé que aunque la relación no se diera (por nuestras formas tan distintas de ser supuestamente) tendría intenciones de mantener una amistad con él. Pero ahora ni eso.

Es una persona que mejor sacarla de tu vida porque lo único que aporta son mentiras. Con alguien así no se puede construir un vínculo ni de amistad porque no piensa en nadie más que en él. 

La verdad, de todo corazón le deseo que mejore, que pueda evolucionar y ser mejor. Que reflexione por todo lo que perdió por no haber tenido respeto ni compromiso hacia la persona con la que estaba. Pero ya está.

Suelto a esa relación nefasta. Y, sobretodo, te suelto a vos Lucas. Te dejo ir de mi vida. Ya no te quiero acá. No te deseo ningún mal, simplemente ya no te quiero dar más de mi. Quiero seguir adelante, porque yo sé que no estuve equivocada yo y que no fue mi culpa, entonces no me quiero lamentar por algo que no pudo ser.

Ya está, no fue, nunca fue en realidad. 

Te suelto y te dejo ir. Bien lejos de mi vida.

Sabiendo que en la mía vienen sólo cosas mejores.