¿Sabés qué pasa? Que por mucho que te haya querido en el pasado, y por más de que siga guardándote esperanzas en el presente, ya me cansé.
Todo lo que existe son historias en mi cabeza que tuvieron el potencial para suceder y nunca pasaron. Y están lejos de acontecer.
Porque cuando se trata de vos, parece que no aprendo. Te sigo idealizando como si fueras mi talón de Aquiles, la persona con la que voy a ser feliz el resto de mi vida y recién hoy después de tanto entiendo que sos simplemente una persona más. Una persona de carne y huesos sin nada asombroso. Sos normal. Completamente.
Estuvo siempre en mi el error de idealizarte, de imaginar mil futuros alternos y siempre con vos. Hoy ya me cansé. Ya me di cuenta de mi error, y también, para no cargar con toda la culpa, decido que sos un gris que no me suma. No terminás aportándome amistad ni mucho menos amor.

Sos nada pudiendo haber sido todo.

Y me cansé de las nadas. Me cansé del gris absoluto. No hace faltar que seas blanco o negro, pero estás simplemente ocupando lugar sin aportar, sin sumar. Sin construir. Y no es lo que necesito.